
Después de que las supermodelos que habían participado en una sesión fotográfica murieran brutalmente asesinadas –víctimas de El Azote -, Harvey Finkelstein, admirador demasiado entusiasta de la modelo Elyse Nelson, contrató a un hombre llamado Leslie para que se hiciera pasar por el asesino, con el objetivo de rescatarla. En un momento de confusión, pareció que Leslie era el verdadero Azote. Pero, mientras Spider-Man y el investigador privado Dakota North lo perseguían, Mary Jane Watson descubrió la verdad: el Azote era la propia Elyse, quien había desarrollado un intenso auto odio y envidiaba a las otras modelos. Por fortuna, Spider-Man intervino en el último momento.
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